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El nuevo cuadro

Del antiguo cuadro mandado a pintar por los Castro no conservamos más que un vago recuerdo, donde lo único claro es que en él aparecían la imagen de la Virgen del Soto (de Iruz), la madre Toribia y su niño Toribio. El pequeño tenía ya la mano restituida y en su muñeca se descubría la línea roja que le quedó después del milagro. 
La actual composición ha sido realizada el año 2013 por el artista inglés, Dominic Maffia. Recoge todos los elementos mencionados, mezclándolos con otros de su propia autoría que dotan de profundo significado al nuevo cuadro.

La ambientación 

El cuadro se ambienta en un amanecer del pasiego valle de Toranzo (Cantabria, España). En el horizonte se perfilan varias montañas del lugar, destacando a la derecha el cónico pico Castillo, memorable porque ahí se encuentran las prehistóricas cuevas de Puente Viesgo que son hoy patrimonio de la humanidad. Más abajo, a la izquierda, aparece el Convento del Soto-Iruz, con su torre tal como se levantaba en el siglo XVI. Raya el alba.

Los personajes

Cuatro son los personajes de este histórico cuadro: la Virgen del Soto y su Divino Niño, la madre Toribia y su hijo con la mano restituida.

Como estilaban hacer los artistas de la colonia, Maffia replica en este cuadro las figuras pintadas por otros artistas. Doña Toribia es la mujer del Nacimiento que sale en el cuadro “La adoración de los pastores” (de 1500-1510) del artista italiano Giorgio da Castelfranco (alias Giorgione). El niño “Mano Santa” es la imagen del alma que aparece en el cuadro de Diego Velázquez, “Cristo contemplado por un alma cristiana” (de 1628-1629). También son réplicas los árboles de fondo (del paisaje de Jan Wijnants de 1659) y el pan que estaba donde hoy está Guayaquil y que fue borrado (réplica de un cuadro de Jill Hooper).

La Virgen del Soto

El centro de la composición lo llena la estatua del siglo XIII de la Virgen del Soto, que pese a las guerras ha subsistido hasta nuestros días y que aún posa en el retablo del Convento de Iruz. El tamaño de la imagen pintada es casi real, solo unos pocos centímetros más grande que la talla. Sigue de cerca sus rasgos, aunque no se trata de una imitación fotográfica. Estamos ante una Virgen hierática, Sedes Sapientiae, Trono donde se sienta la Sabiduría (el Hijo); encarna el arte de finales del románico y de principios del gótico. Por el odio rojo la talla fue parcialmente quemada durante la guerra civil española, donde perdió la mano derecha, que luego le fue sustituida. La cabeza está coronada por una enorme pieza de plata de doce estrellas, similar a la que los guayaquileños donaron a la Virgen del Soto durante la colonia. De fondo la Virgen está coronada por la cima de las montañas, por los tonos rojizos de un cielo que clarea y por el tajo de Luna creciente que anuncia una nueva época.

El Divino Niño 

El Niño Jesús posee una pequeña corona semejante a la de su madre. En la talla española la mano izquierda del Niño sujeta el globo del universo; en cambio, en la imagen pintada por Maffia el globo ha sido sustituido por la Perla del Pacífico. A los pies de ambas figuras se hallan dos papelitos, el primero con la firma visible del autor. Se recoge así la tradición de insertar bajo las venerables imágenes papeles con los nombres de las personas queridas, a fin de conseguirles la protección del respectivo santo.

Doña Toribia y Mano Santa

Debajo rezan arrodillados doña Toribia y su hijo, que ya tiene la mano restituida. El pintor Dominic Maffia puso la línea roja en la muñeca izquierda del niño, para mostrar bien el milagro, aunque correspondía hacerlo en la derecha. Como dato interesante, el autor del cuadro también tenía una marca roja semejante en su muñeca, fruto de un accidente que sufrió durante su carrera de arte y que le impidió pintar durante un año.

Elementos simbólicos

A diferencia de la parte superior derecha del cuadro, donde se muestran cosas reales, en la parte inferior izquierda se encuentran elementos puramente simbólicos. Ahí están las rosas, el cuadro, el escudo, la frase, la concha y la cruz.

Virgen de Guayaquil

El pergamino

Tras los tallos de las rosas aparece un viejo pergamino donde se plasma, un poco a manera de recuerdo o de premonición, el cerro Santa Ana, el Barrio de Las Peñas y la Iglesia de la cima, que fue el lugar donde colgó durante años el cuadro de la Virgen de la Mano Santa. El borde carbonizado del pergamino rememora los incendios sufridos por Guayaquil que azotaron varias veces la ciudad, y que terminaron devorando la Iglesia y el cuadro.

El escudo, la cruz y la concha

Abajo a la izquierda luce radiante el escudo de Guayaquil. A la derecha aparecen dos elementos típicos del Camino de Santiago: la Cruz y la concha. Estos símbolos aún constan engastados en las viejas piedras del Templo de Iruz, que ya desde épocas antiguas formó parte del Camino que lleva a la tumba del Apóstol Santiago.

La frase y los sellos de lacre

Sobre una placa de simulado mármol campea la frase: “¡Si una vez fuiste amada, ¡hoy más!”. Ella refleja bien la intención del pueblo de dar nuevos vuelos a esta antigua devoción porteña.

Alrededor de este emblema el autor incorporó algunos escudos heráldicos, o simples letras de apellidos fundidas en lacre, para mostrar lo antiguo de la devoción guayaquileña y el amparo que la Virgen prodigaría a las familias que acudieran a ella.

Los dos papelitos

El artista, Dominic Maffia, ha dejado puesta su firma en uno de los dos papelitos que la talla de la Virgen pisa. En uno está el nombre del autor; en otro papel puede estar el nombre de cualquiera de nosotros.

El templo medieval

A la izquierda de la Virgen está el templo medieval donde la talla reposa hasta el día de hoy. Fue diseñado por el arquitecto real Juan de Naveda, pertenece al estilo clasicista (primera etapa del barroco). Aunque la torre es anterior, la actual edificación se comenzó a construir a partir de 1608, fecha en que se instala la comunidad, y en 1634 ya se estaban terminando algunas capillas.

Su planta presenta una forma de cruz latina. Responde al modelo de convento franciscano barroco constituido por una planta rectangular con una sola nave y capillas laterales entre gruesos contrafuertes. El exterior es muy sobrio y refleja la estructura interna. La portada principal se sitúa bajo la torre, ubicada al oeste. Está formada por un pórtico o zaguán cubierto con bóveda de cañón, en cuyo fondo
se abre la puerta de ingreso a la nave de la iglesia.

Las rosas

Adornan y rinden homenaje a la Virgen tres grandes rosas: dos rojas y una amarilla, dos con espinas y otra de largo tallo liso. El rojo significa el amor y el amarillo la gloria. El significado completo es este: la rosa inferior muestra que en esta vida no hay amor sin espinas. A continuación está la rosa de la gloria, a la que se llega por el amor y por las espinas. En lo más alto un botón rojo se abre al cielo, representando al mismo cielo que es puro amor joven, sin espinas y sin término (la eternidad es escenificada por el largo tallo).

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